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SPMED

CIM Centro Integral de la Mama

Patología Benigna de Mama

«En un centro especializado en enfermedades de la glándula mamaria alrededor de un 90% de las consultas son por patología benigna. Esto se debe a la gran ansiedad y preocupación en las mujeres ante signos o síntomas relacionados con la glándula mamaria, ya que su diagnóstico diferencial siempre será el cáncer de mama»

Mastalgia o dolor mamario y nodularidad.

Frecuencia e importancia:

Sin duda alguna el dolor mamario o mastalgia y la palpación cíclica de nódulos juntos o separados son los síntomas que con más frecuencia, y angustia, llevan a la paciente a una consulta de Mastología. En general entre un 45 y un 85% de las pacientes que acuden a un policlínico de la especialidad lo hacen por estos síntomas. Un 50% de mujeres con un problema evidente en la mama muestran estos síntomas, pero en los chequeos o screening realizados en la población general hasta un 65-70% manifiestan padecerlos en algún momento.

Datos en historia clínica:

A estas pacientes, en relación con su cuadro se debe preguntar:

-Términos descriptivos del mismo: Sensibilidad, pesadez, irritación.

-Periodicidad: Continuo o intermitente.

-Relación con ciclo menstrual.

-Duración.

-Intensidad del dolor.

-Lado dominante.

-Distribución en la mama e irradiación.

-Factores agravantes: Contacto físico, movimientos, posturas, etc.

-Factores atenuantes: Analgésicos, calor local, etc.

-Alteración del estilo de vida: Insomnio, problemas maritales, impide abrazar y ocuparse de sus niños, etc.

 

Formas clínicas de dolor mamario:

 

1) Mastalgia cíclica:

Es la forma clínica más frecuente y su denominación se debe a su relación con el ciclo menstrual en el período premenstrual. Se asocia con frecuencia a nodularidad mamaria y suele ser bilateral a veces irradiada a axila y porción superior del brazo. Su diagnóstico es clínico y la mamografía aquí carece de valor.

 

2) Dolor no cíclico:

 

El segundo en frecuencia, sin relación con el ciclo menstrual. Se da en pre y postmenopausia y suele ser unilateral y localizado sobre todo detrás del complejo areolo pezón. Infrecuentemente se asocia a nodularidad y suele ser transitorio y episódico. Los estudios radiológicos sólo sirven para comprobar o descartar patología asociada.

 

3) Síndrome de Tietze:

No está relacionado directamente con la glándula mamaria, este síndrome de la unión condrocostal (entre el cartílago costal y la costilla), produce un dolor crónico en los cartílagos costales bajo la mama, que se pone de manifiesto al presionar sobre los mismo en la zona interna de la mama. También se asocia a la posibilidad de un cuadro anginoso cardíaco.

 

4) Traumatismos:

Dan un dolor no cíclico, persistente y crónico, sobre todo a nivel de cicatrices de intervenciones previas. Un caso especial lo constituyen las retracciones fibrosas capsulares de las prótesis mamarias.

 

5) Cáncer:

 

No es frecuente que se acompañe de dolor y si lo hace no es cíclico. Pese al bajísimo porcentaje de pacientes afectas de cáncer que debuta con dolor siempre debe descartarse éste.

 

6) Medicamentos:

La mastalgia asociada a medicamentos anovulatorios es discutible y variable de mujer a mujer, sin embargo la terapia de reemplazo hormonal en la mujer postmenopausica es causa evidente de algunos casos de mastalgia.

 

Causas:

Se han planteado distintas hipótesis, involucrando distintos factores en la. mastalgia sin causa orgánica aparente :

 

a) Retención acuosa:

Si bien se incrementa en fase premenstrual se demostró que este incremento no era superior en pacientes con mastalgia, frente a las que no la tenían.

 

b) Factores endocrinos:

 

– Aumento de la secreción de estrógenos ováricos (no demostrado frente a grupo control) o de la conversión periférica de estos, como demostraría el aumento de la llamada mastopatía fibroquística en pacientes que la tienen.

– Déficit de secreción de progesterona o hiperestrogenismo relativo. Solo algunos estudios lo han demostrado no considerándose significativa como causa de mastalgia.

– Hiperprolactinemia : Si bien el incremento de la Prolactina ( hormona que estimula la producción de leche en las glándulas mamarias y la síntesis de progesterona en el cuerpo lúteo) se asocia inicialmente con una «inflamación» mamaria, la hiperprolactinemia puede persistir y sin embargo normalizarse la sintomatología mamaria.

– Hormonas tiroideas: En pacientes portadoras de hipotiroidismo se aprecia una mayor tendencia a la aparición de clínica de mastopatía fibroquística.

c) Otros:

– Ingesta de metilxantinas (café, té, chocolate y colas): Producen hiperestimulación mamaria. éficit de ácidos grasos esenciales como el ácido linoleico (Omega 6, muy presente en el aceite de oliva) que conduce a una producción deficiente de prostaglandina E2 importante en el manejo de la inflamación.

 

Tratamiento:

 

Las distintas hipótesis etiopatogénicas y las distintas formas clínicas del dolor han conducido diversas posibilidades terapéuticas:

 

1) Tranquilizar a la paciente y descartar el cáncer:

Esto es suficiente para prácticamente el 85% de las pacientes.

 

2) Consejos generales como:

-Uso de sostén sin elementos traumáticos. -Eliminación de las metilxantinas de la dieta.

3) Diuréticos:

Mínimas respuestas y podrían considerarse casi como placebos.

 

4) Uso de Progesterona:

 

Dudoso beneficio obtenido en estudios clínicos comparativos solo con placebos. Se indican por vía oral, parenteral (intramuscular) o pomadas a través de la piel.

 

5) Bromocriptina (antiprolactínico):

 

Considerar sus molestos efectos secundarios como mareos y vértigos, cambios hábito intestinal, somnolencia, inapetencia y otros.

6) Danazol:

Como antigonadotrofínico ha demostrado ser el fármaco más potente, con relativamente bajos efectos secundarios.

7) Tamoxifeno:

Como antiestrógeno ha mostrado eficacia en el tratamiento de la mastalgia, pero con efectos secundarios como bochornos, sequedad vaginal y otros.

 

8) Metiltestosterona:

Produce un evidente efecto virilizante.

 

9) Aceite de onagra o prímula (Oenothara biennis) (Evening primrose oil):

 

Rico ácido linoleico y ácido ?-linolénico. Ha demostrado eficacia en la mastalgia cíclica. Tiene la ventaja de ofrecer a la paciente un «producto natural», pero su dosificación es de varias cápsulas al día y resulta costoso.

 

10) Piridoxina (Vitamina B6):

 

Inhibe los niveles de Prolactina. Sin resultados clínicos significativos.

11) Tratamiento de la mastalgia no cíclica:

 

No suele responder al tratamiento endocrino, pues generalmente se debe a procesos fibrorretráctiles o inflamatorios. Se han ensayando, con diferentes resultados en cada caso el uso de antinflamatorios no esferoidales, inyecciones locales de corticoesteroides u otros.

12) Otros tratamientos:

– Vitamina A: Resultados difíciles de interpretar. – Vitamina E: Se han descrito algunos buenos resultados con 600 UI al día de acetato de tocoferol sintético. – Hormona tiroidea: Resultados variables, salvo en pacientes con hipotiroidismo. – Antihistamínicos: Resultados ocasionales. – Tranquilizantes: Ayudan en un cuadro asociado a ansiedad.

Un último aspecto a considerar es el de la duración del tratamiento. Dada la historia natural del cuadro, parece sensato en las formas cíclicas recurrentes dar tratamientos limitados en el tiempo. Se recomienda un tratamiento continuo de tres meses o de seis con evaluación a los 3 meses y luego discontinuo si se dan recaídas. Por el contrario en las postmenopáusicas los tratamientos deben ser más prolongados.

 

La Patología Mamaria Benigna propiamente tal se dividen en:

 

1) Anomalías del desarrollo.

2) Alteraciones funcionales.

3) Inflamaciones e infecciones.

4) Descarga o secreción por el pezón.

5) Displasia mamaria o mastopatía fibroquística.

 

6) Tumores benignos de la mama.

 

1) Anomalías del desarrollo:

Amastia: Ausencia de todas las estructuras mamarias.

Hipomastia: Escaso desarrollo mamario que puede ser unilateral o bilateral.

Hipermastia: Excesivo desarrollo de las glándulas mamarias. Puede ser durante la pubertad provocado por una sensibilidad aumentada del tejido mamario a los estímulos hormonales. También puede ocurrir durante el embarazo o lactancia por razones fisiológicas.

Pseudohipermastia: Es provocada por un aumento excesivo de peso corporal en que el aumento de volumen mamario se produce a expensas del tejido graso y no al resto de los componentes. El aumento de volumen mamario exagerado produce síntomas físicos secundarios y también psíquicos, que hacen necesario, en algunos casos, el apoyo psicoterapéutico. La solución definitiva tanto de la ausencia parcial o total de la glándula mamaria al igual que su aumento desproporcionado es mediante un procedimiento quirúrgico cuando el caso lo amerite.

Poliaerotelia: Desarrollo de complejo areolo pezón aberrantes en un sitio distinto del habitual.

Polimastias y mamas aberrantes: Desarrollo de tejido mamario en zonas distintas de la habitual. La más frecuente es la ubicación a nivel axilar o mama axilar la cual puede provocar efectos funcionales o cosméticos.

Ginecomastias: Durante la infancia y la etapa prepubertad la mama es igual en ambos sexos, no sufriendo cambios en su desarrollo. Al acercarse la pubertad las glándulas mamarias sufren una influencia hormonal especialmente dada por los estrógenos, afectando tanto a hombres como mujeres. Los estrógenos derivados de los testículos y de las glándula suprarrenales, sumado a los de conversión periférica pueden producir hipertrofia del tejido glandular.

Este aumento mamario en el hombre generalmente es transitorio, temporal y reversible en la pubertad, pero por algunas circunstancias este desarrollo del tejido mamario masculino se vuelve definitivo y en e caso se denomina ginecomastia. El diagnóstico de esta enfermedad se basa en una historia clínica completa y un examen mamario y genital, además de métodos complementarios siendo el de mejor rendimiento la mamografía bilateral. Se debe descartar su condición secundaria de otras patologías especialmente en ginecomastia del adulto.

Esta condición puede llevar a serios problemas en la autoestima y a la relación social especialmente en la época estival por lo que se debe considerar su resolución quirúrgica que consiste en una adenectomía (extirpación solamente del tejido mamario) subcutánea a veces asociada a lipoaspiración cuando se acompaña de aumento de tejido adiposo o pseudoginecomastia.

2) Alteraciones Funcionales:

Hipergalactia: Se presenta por lo general en las primeras semanas del puerperio con mamas pletóricas, sensación de mucha congestión local y salida espontánea de la leche, lo que favorece la Mastitis o inflamación de la glándula mamaria. El tratamiento se basa en medidas locales y generales de equilibrar la producción de leche a las demandas del lactante.

Hipogalactia: Se origina en una deficiente lactogénesis o producción lactea, pudiendo llegar incluso a la agalactia o lactancia nula. Estos cuadros pueden ser primitivos, es decir la leche desaparece después de unos días de iniciada la lactancia. Es una situación frecuente y su causal depende de factores de inestabilidad emocional, factores familiares o ambientales, escaso desarrollo de tejido glandular o bien por una respuesta inadecuada del tejido mamario al estímulo de la prolactina o deficiencia de esta a nivel hipofisiario cerebral.

3)Inflamaciones e infecciones:

Mastitis agudas (puerperales y no puerperales): Se definen como la inflamación e infección de los tejidos mamarios, pudiendo comprometer la piel, el tejido celular subcutáneo y la glándula mamaria. Las mastitis agudas es la alteración más frecuente en la etapa puerperal especialmente en relación a la lactancia especialmente en primíparas. Se produce por contaminación a través de fisuras del pezón por bacterias propias de la piel o de la faringe del lactante, siendo más frecuentes entre la segunda y sexta semana post parto.

Se desarrolla en dos fases: Primera fase: Reacción inflamatoria que puede durar solo unas horas o varios días. Se presenta con aumento de calor local, enrojecimiento de la piel y dolor local, pudiendo asociarse a inflamación ganglionar en la axila, compromiso del estado general y fiebre.

Segunda fase: formación de un absceso o colección purulenta local La mayoría de las mastitis agudas no abscedadas tratadas desde su comienzo (primeros 2 a 3 días) con aplicación de frío local, extracción del producto lácteo y antibioticoterapia, regresan totalmente, pudiendo continuar con la lactancia normal. El resto continúa hacia la fase de abscedación y el manejo consiste en localizar este proceso con calor local y posteriormente efectuar un drenaje quirúrgico donde se toman muestras de la secreción para cultivos y antibiogramas y poder indicar la terapia antibiótica más recomendable. Si la lactancia queda contraindicada se deben usar medicamentos que bloquean la Prolactina para frenar la producción láctea. En las mastitis agudas no relacionadas con la lactancia se recomienda tomar una muestra de tejido del fondo de la lesión para estudio histológico o biopsia, para descartar un carcinoma mamario y/o muestras para cultivos especiales como cultivo de Koch ante sospecha de Tuberculosis u otras.

Ectasia Ductal: Es la retención de restos celulares secundaria a la dilatación de los conductos galactóforos terminales cercano a la areola mamaria. Su evolución puede derivar en una galactoforitis o inflamación aguda y posteriormente a una necrosis grasa local con fistulización o formación de un absceso sub areolar. En estos casos el tratamiento es quirúrgico y consiste en la extirpación completa de todos los conductos galactóforos terminales afectados incluyendo el trayecto fistuloso si existe. Esta condición puede hacerse crónica y deriva en muchos intentos de tratamiento con malos resultados locales.

Galactocele: Es un quiste de retención láctea poco frecuente. Puede aparecer en relación a la lactancia o tardío. Su tratamiento es quirúrgico, ya sea por vaciamiento o extirpación completa de él.

Mastitis crónicas: Su origen en general es infeccioso inespecífico.y se presenta como una etapa evolutiva de las mastitis agudas mal o parcialmente tratadas. Hay mastitis más específicas producidas por gérmenes determinados y que desarrollan un cuadro clínico más definido, siendo la más típica la mastitis tuberculosa secundaria a un foco pulmonar y que se transmite por vía sanguínea, linfática o directa. Su diagnóstico clínico es presuntivo y se define con el cultivo respectivo manejándose con su tratamiento específico antituberculoso. Otras son las parasitosis mamaria que al igual que la tuberculosa son muy infrecuentes en la actualidad.

Necrosis grasa: Constituye una inflamación no séptica de la mama y su origen se derivaría de traumatismos persistentes locales que conllevan licuefacción de una zona del tejido graso mamario con necrosis de esta siendo luego encapsulada por tejido conjuntivo. Se deben descartar lesiones de distinto origen, especialmente tumorales, antes de hacer este diagnóstico.

4) Descarga o secreción por el pezón:

La descarga o flujo por el pezón, denominada telerragia, es una situación que causa molestias y ansiedad en las mujeres. Puede ser persistente u ocasional, por uno o ambos pezones y presentarse de diferentes características ya sea como secreción lechosa, acuosa o serosa, verdosa, sanguinolenta, etc. La mayor parte son causados por afecciones benignas, sin embargo siempre debe descartarse un cáncer especialmente ante la presencia secreción hemática en su contenido. Su estudio se basa en la radiología especialmente la ecografía mamaria, lo que puede complementarse con un estudio citológico del flujo.

5) Displasia mamaria o Mastopatía fibroquística:

Es una alteración de alta frecuencia y muy controvertida en su definición, origen, manejo y tratamiento, siendo una patología benigna, adquirida y persistente del tejido mamario, de probable etiología o consecuencia endocrina. Habitualmente comienza en la adolescencia en relación al desarrollo de la glándula mamaria y persiste durante la vida adulta cíclica de la mujer y se atenúa o desaparece en el climaterio con la involución mamaria post menopáusica. Las displasias durante el período de los ciclos menstruales son la expresión clínica sintomática de una perturbación histológica del lobulillo mamario, que afecta además a los conductos, acinos glandulares, estroma y al tejido graso mamario, o sea prácticamente todos los tejidos que componen a la glándula mamaria y cuyo origen se produce por una falla en el equilibrio hormonal entre estrógenos, progesterona y prolactina. Es la consulta más frecuente en una unidad de mastología con predisposición mayor en mujeres de raza blanca especialmente entre los 20 y 50 años de edad como consecuencia de las influencias hormonales. Clínicamente se presenta como mastodinia o dolor mamario, tensión dolorosa y palpación nodular glandular principalmente en el período premenstrual, al final de la segunda fase del ciclo menstrual generalmente con un aumento de tamaño glandular que desaparece al comenzar la menstruación. Esta patología generalmente provoca mucha ansiedad en las pacientes y temor a la posibilidad que sea una patología maligna.

Sus métodos complementarios de estudio son:

– Mamografía: las alteraciones son diferentes en intensidad según la etapa, el tipo y extensión de la patología.Se ven imágenes algodonosas, trabeculadas con engrosamientos en forma de nódulos y parénquima mal estructurado

– Ecografía: permite la identificación y diferenciación de tumores sólidos y/o quísticos característicos.

– Histología: permite el diagnóstico exacto de las lesiones y se debe realizar ante sospecha de patología maligna.

Tratamiento: El tratamiento es eminentemente médico y va dirigido a corregir los desequilibrios hormonales y disminuir los síntomas. El uso de medicamentos placebo de por si mejora la sintomatología en un buen número de pacientes. También se utilizan los tratamientos hormonales que son de tres líneas:

– Aditivos: aumentando los niveles de la hormona deficitaria, la progesterona.

– Antagónicos: bloqueando la acción de la hormona en hiperfunción, los estrógenos.

– Inhibitorios: limitando la producción de hormona que presenta niveles altos en sangre, la prolactina.

Tratamiento sintomático:

Apoyo psíquico: Este constituye un factor muy importante, pues el componente de angustia y temor forman parte de la etiología y ayudan a desarrollar la sintomatología.

– Vitaminas: Vitamina A, Vitamina E, y Vitamina B producen beneficios relativos.

– Antinflamatorios y diuréticos, ayudando a eliminar líquido del tejido mamario y atenuando la congestión y edema local.

– Ultrasonido local: mejora la sintomatología por sus propiedades físicas y mecánicas de micromasajes.

– Algunas medidas dietéticas como disminuir las Teobrominas, especialmente la cafeína.

Quistes mamarios:

Constituyen las tumoraciones benignas mas frecuentes de la mama pudiendo analizarse en esta sección al igual que en la siguiente sobre tumores benignos. Su mayor incidencia es en la perimenopausia (40 a 50 años) siendo raros sobre los 55 años.

Su génesis se debe a que la involución del estroma o tejido de sostén y el epitelio mamario no es siempre armónico y con frecuencia en algunas zonas de la glándula el estroma especializado es sustituido por estroma fibroso de sostén sin atrofia epitelial paralela. La persistencia del epitelio funcionante de estos acinis, asociado a la distorsión o estrangulamiento de los ductos por el estroma fibrótico condiciona la aparición de microquistes, que son la base para la formación de macroquistes cuando el funcionamiento epitelial persiste, con una acentuación de la obstrucción ductal.

Clínicamente se distinguen microquístes y macroquistes (1-6 cm), únicos o múltiples, uni o bilaterales. Su contenido, pegajoso por su riqueza proteica, puede ser desde seroso opalino a más denso y coloreado (pardo, verdoso, negruzco, etc.) en función del tiempo transcurrido desde la producción de fenómenos hemorrágicos en su interior y más raramente el contenido es lechoso o purulento. A la palpación y mamografía presentan las características de nódulos benignos, sin embargo la ecografía es clave en su diagnóstico. No requieren un tratamiento activo, salvo el descartar una posible patología asociada y ponerlos en conocimiento de la paciente aunque no es una mala política la punción y ocasional aspiración con realización de citología como forma diagnóstico-terapéutica de los quistes sencillos aislados.

Estar indicada la biopsia de esta zona en caso de contenido sanguinolento, persistencia de masa palpable tras la evacuación, recidiva en idéntica localización en 6-8 semanas, lesiones papilares intraquísticas, citología sospechosa y mamografía sospechosa. En caso de presentar sintomatología dolorosa añadida pueden aplicarse los tratamientos antes expuestos para estos casos.

6) Tumores benignos de la mama.

A. Tumores epiteliales

• Papiloma intraductal

• Adenoma del pezón

Papiloma intraductal: Es un proceso proliferativo del epitelio de los conductos galactóforos grandes y pequeños. Los papilomas son redondeados o lobulados, con una superficie que ocupa toda la luz de los conductos o son tan grandes que los dilatan. Se implantan en la pared del conducto con una base amplia o bien son pediculados.

Se presentan en forma aislada o múltiples constituyendo la papilomatosis, que es considerada una lesión precancerosa. En la clínica se manifiesta como secreción serosa o sanguinolenta por el pezón o bien asociado a un nódulo detrás de la mamila. Se debe hacer el diagnostico diferencial con degeneración maligna o una zona inflamatoria siempre que se encuentre un tumor asociado. Su método diagnóstico es ecográfico o a la mamografía en que se localiza si esta cerca del complejo areolo pezón o en una mama en involución por su escaso tamaño. Su tratamiento consiste en la resección quirúrgica del conducto comprometido.

Adenoma del pezón: También llamado papiloma del pezón o adenomatosis erosiva, es de escasa frecuencia, se considera como una fase de transición entre las lesiones displásicas y las neoplásicas. Aparece a cualquier edad. Evoluciona como un nódulo dentro del pezón y en su fase inicial esta cubierta por la piel de este y posteriormente se puede ulcerar junto con una superficie sangrante (diagnostico diferencial con la enfermedad de Paget). No tiene tendencia a malignizarse.

B. Tumores de tejido conectivo y epitelial.

• Fibroadenoma • Tumor Phyllodes (cistosarcoma phyllodes)

Fibroadenoma: Es un tumor benigno muy frecuente que se origina por un aumento del efecto de los estrógenos sobre el epitelio de los conductos galactóforos y el tejido conectivo vecino formando nódulos fibrosos y epiteliales que según el predominio de esta característica se denominan fibromas, adenomas o fibroadenomas. En su estudio histológico (biopsia) se diferencian en dos tipos, los intracanaliculares y pericanaliculares según en que lugar predomina la fibrosis, pero esto no tiene importancia clínica ya que generalmente las lesiones son mixtas. Los fibroadenomas son estimulados en cada ciclo menstrual, el embarazo y la lactancia. Son mas frecuentes en mujeres jóvenes post puberales y menores de 30 años, tienden a involucionar posteriormente. Pueden ser únicos o múltiples, afectar una mama o ambas y acompañar o no a otras displasias mamarias.

La transformación maligna es extremadamente rara. Clínicamente se presenta como un nódulo duro, liso y móvil, redondeado, alargado o lobulado y que no se adhiere a la piel o planos profundos. Es de crecimiento lento siendo variable el tamaño de los nódulos palpables los cuales pueden llegar a ser de varios centímetros. Radiológicamente se distinguen por ser redondos, lisos con una franja de seguridad, que corresponde a la presión ejercida por el crecimiento del fibroadenoma sobre la grasa circundante.

En la mamografía un hallazgo que apunta al origen del tumor es la presencia de depósitos calcáreos de tipo corniformes, lineales, arqueados o nodulares presentes en los fibroadenomas. La ecografía mamaria es el examen de elección, especialmente en la mujer joven, en que se puede diferenciar su característica sólida de una lesión quística, siendo homogéneo y de bordes netos fácilmente delimitado del parénquima vecino. Mediante la ecografía y en manos experimentadas, es relativamente sencilla la punción dirigida con una aguja que permite hacer un diagnóstico citológico o incluso histológico para tener la tranquilidad de no estar en la presencia de un tumor maligno. Tratamiento puede ser expectante en casos en que se tenga un tumor menor de 3 cm en una paciente menor de 30 años y en caso contrario el tratamiento es quirúrgico, con la extirpación del tumor y su biopsia.

Tumores Phyllodes: Originalmente denominado cistosarcoma phyllodes en más de alguna ocasión se creó confusión al considerarlo como un tumor maligno por lo que, en su clasificación histológica internacional se le denominó tumor phyllodes. Es poco frecuente, de origen displásico y se asemeja a un fibroadenoma. Se presenta como un tumor duro, móvil, voluminoso, de rápido crecimiento con protrusión de la piel, la cual es brillante y se adelgaza y se observa red venosa superficial aumentada. Puede presentar una transformación maligna en el 7% de los casos y tiene tendencia a recidivar por lo cual al extirparse debe hacerse con un amplio margen de tejido sano. Es generalmente unilateral pero puede ser bilateral. Su aparición es en la edad media de la vida pero puede aparecer en la juventud. Se diferencian tres tipos histológicos con potencialidad evolutiva distinta entre si: Benignos (35% de los casos), limítrofes (40% de los casos) y malignos (25% de los casos). El tratamiento es quirúrgico y puede ir desde la extirpación simple con amplio margen sano cuando es pequeño, hasta la mastectomía simple. Las recidivas no influyen en el pronóstico. Se debe usar quimioterapia sólo cuando hay metástasis a distancia, que son por vía sanguínea por lo que no se realiza vaciamiento ganglionar axilar.

C. Tumores varios

• Tumores de tejidos blandos

• Tumores de piel

Los tumores de tejidos blandos son similares a los que pueden ocurrir en cualquier parte bajo la piel y destacan los lipomas o tumores de tejido adiposo y los quistes epidérmicos o secundarios a alguna glándula accesoria subcutánea.

Lo mismo ocurre con las lesiones cutáneas o de la piel en que hay que tener especial cuidado con aquellas en relación al complejo areolo pezón en que de persistir luego de un manejo médico habitual, deben ser biopsiadas para descartar o confirmar un origen mamario aunque esto es muy infrecuente.