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Superintendente y reforma a Isapres: “El plan garantizado no es estático, sera modificable tiempo

Viernes, 24 de Febrero de 2012

Luis Romero, superintendente de Salud, responde a las dudas de expertos acerca de la reforma al sistema privado. Dice que han tomado los resguardos para que el PGS no dispare su precio y se abre a cambios una vez que se implemente el plan.

Superintendente de Salud, Luis Romero

Mientras el mundo político se enfrasca en la mediática batalla por la educación y la posibilidad de hacer cambios tributarios, el proyecto que reforma el sistema privado de salud camina con poco ruido y con detalles aún desconocidos. Es por eso que en el mundo académico, las dudas sobre el diseño financiero e implementación del proyecto (que crea un Plan Garantizado de Salud, PGS) aparecen con fuerza. Luis Romero, superintendente de Salud, intenta salir al paso de las interrogantes y entrega nuevos detalles del proyecto de reforma a las Isapres, que el gobierno quiere aprobar antes de marzo de 2012.

¿Cree que el PGS que plantea el gobierno tendrá que sufrir ajustes?
Sí. Dentro de la normativa legal se dice que habrá un consejo consultivo que evaluará año a año qué es lo que se le puede agregar o modificar de los beneficios que tenga este PGS. No es un plan estático, va a variar y ser modificable a medida que pase el tiempo y se vayan incluyendo nuevas tecnologías. La idea también es que el PGS no suba arbitrariamente.

¿Se está pensado en una eventual ampliación del PGS a Fonasa?

Esa es una reforma mucho más global. Estamos enfocados en una primera etapa, que nos va a servir como país para ver cómo opera.

¿Quién forma parte del consejo consultivo que evaluará cambios?

Son entre cuatro y cinco expertos ligados al área de la salud.

Acá se está creando un sistema de reparto, que hoy muestra algunas falencias en Europa. ¿Cómo se cautela la sostenibilidad del plan?

Esa fue una de las preocupaciones importantes en el diseño del PGS. Hoy no hay una solución óptima en el mundo. El PGS es una foto de la realidad chilena actual, pero a medida que vaya cambiando la realidad de la tecnología y envejecimiento de la población, tendremos que evaluar que sea sostenible en el tiempo. Dentro de la preocupación por el alza de costos a mediano y largo plazo, se estructura el PGS como un plan estrictamente cerrado. Se pretende que haya mucho más convenios, redes, eficiencia entre prestadores. También que se traspase el riesgo al prestador y que se vea preocupado de controlar sus costos. Hoy los prestadores actúan muy libremente, lo que permite que clínicas puedan tener distintos productos y cobros sin mayor control de costos.

Pero, a la luz de lo que pasa en el mundo desarrollado, es difícil encontrar la panacea en términos de un sistema eficiente de salud a imitar.

Se pensaba que algunos sistemas europeos (lo eran), porque tenían planes garantizados muy buenos para toda la población, con buenas coberturas y servicios, pero todo eso se está cuestionando ahora que estamos en “vacas flacas”.

El ex ministro Bitrán teme que los seguros complementarios propuestos tengan iguales críticas que el sistema actual de Isapres, por la dificultad para comparar planes y la asimetría de información.

Solucionamos todos estos problemas en el PGS, que es un producto único, de fácil comparación. Lo que está fuera del PGS queda bastante libre y es verdad. Como superintendencia, estamos generando herramientas para que pueda haber una comparación más fácil (…). Pero es un tema secundario, porque lo que se está haciendo es privilegiar que la gente pueda comparar y se base en el plan garantizado.

¿Deben regularse los seguros complementarios?

Los seguros complementarios quedarán con las mismas regulaciones que hay hoy.
Incluso, tendrán algunas regulaciones superiores.

¿Disminuyen las asimetrías de información?

Disminuyen en el sentido de que se van a dar más herramientas para que las personas puedan comparar planes, pero el tema es complejo, porque cada persona tiene necesidades distintas. Un hombre soltero, solo, no tiene las mismas necesidades de una familia y no queremos cortar estas libertades para que estas personas tengan la opción que a ellas les convenga más.

¿Quiénes ofrecerán estos seguros complementarios?

Tal como va el proyecto, solamente las Isapres.

¿Está la posibilidad de ofrecer cuentas de ahorro?

Sí. Todos los montos que excedan a ese plan garantizado y hasta su cotización legal quedan de libre disposición para comprar otros productos adicionales o para guardarlo en una cuenta de excedentes. La cuenta de ahorro se puede utilizar para productos relacionados con la salud. Por ejemplo, para pagar copagos, cotizaciones en momentos de cesantía e, incluso, para cualquier otro producto relacionado con salud que no esté cubierto por el plan, como remedios.

¿Quién administra estas cuentas de ahorro?

Las administran las Isapres. Está regulado cuánto se reajusta y cuánto se le puede cobrar de comisión de administración.

¿Y por qué no abrirlo a otros administradores?

Pueden ser temas que se aborden dentro de la discusión. Lo que pasa es que no tenemos nada concreto sobre qué va a pasar con esta cuenta de excedentes a futuro. Si las cuentas comienzan a crecer y la gente ahorra para su futura salud, ahí es razonable que se comience a modificar este reglamento y ver, por ejemplo, en qué cosas se puede invertir. Pero si la gente sigue comprando planes complementarios, probablemente las cuentas se mantengan igual.

Bitrán también habla de una relación perversa entre Fonasa e Isapres, y la posibilidad de que los afiliados jubilados de quintiles más pobres migren a Fonasa, debido a la eliminación del 7% a la salud…

Hay un error conceptual. Hay jubilados (de los quintiles más pobres) que dejan de pagar este 7% y hay otros que bajan al 5%. En este último caso, la diferencia es el 2% (respecto de lo que pagaba antes de jubilar), pero esto no se pierde, porque es el Estado el que paga ese 2%, ya sea a Fonasa o Isapre. Por lo tanto, no hay ningún cambio respecto de lo que hay ahora.

¿Con esto se evita la migración de estas personas a Fonasa? ¿La selección adversa se disminuye?
Sí. De hecho, en el antiguo sistema tenían muchas más posibilidades de caer a Fonasa de las que hay hoy (con el proyecto).

Por contrapartida, hay otra gente que podría migrar a las Isapres desde Fonasa. ¿Qué pasa con los cotizantes de alto riesgo que se vayan a las Isapres y que puedan encarecer el PGS?

Esos cotizantes no van a poder entrar al sistema PGS, porque se va a mantener la declaración de salud para gente que vaya de Fonasa a Isapres. Lo que se va a liberar es que todas las personas que estén en el sistema Isapre después se puedan cambiar a cualquier lado. Pero de Fonasa a Isapres, ahí todavía hay bloqueo. Eso está indefinido porque, si no, se desfinanciaría mucho el plan garantizado. Con estas coberturas de Caec y GES (que ofrece el PGS), todas las personas del sector público que tengan enfermedades severas se trasladarían al sistema Isapre para cubrirse y el precio se dispararía.

¿Se necesitarán subsidios a futuro para este sistema nuevo?

Es un tema relevante. Todavía, según últimos estudios OCDE, los chilenos pagan mucho de su bolsillo.

El próximo año comienzan a cotizar en las AFP los independientes. ¿Qué pasará con las cotizaciones para salud?

Lamentablemente, ellos todavía no están obligados a cotizar para salud. Nos preocupa que existan personas en el sistema público que están catalogadas como indigentes cuando tienen ingresos importantes y usufructúan de una condición de gratuidad, cuando debieran cotizar como independientes. Hay un impacto fiscal importante. La cotización obligatoria para la salud comienza en 2015 y nos gustaría que fuese más acelerado.

Fuente: La Tercera


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