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Doctor Víctor Mouat: El Stop Motion de una vida

Lunes, 16 de Noviembre de 2009

Dr. Victor Mouat

Dr. Victor Mouat

Hombre de memoria privilegiada, gran sentido del humor y entretenidas historias que contar. Así es el doctor Víctor Mouat, un viajero incansable que ha recorrido diversos rincones del mundo conociendo nuevas culturas, exóticos paisajes y el origen de sus ancestros. Todo finamente plasmado en 45 años de secuencias fotográficas.

El Padre Francisco Chisholm deja su Escocia natal para viajar a rumbos desconocidos. Recorre parte de África y Asia hasta llegar a China. Una historia de aventuras que es contada a través del diario de vida de un sacerdote en el libro “Las llaves del Reino” del escritor británico A. J. Cronin.

Una obra maravillosa que no puedo dejar de evocar al conocer un poco de la vida del doctor Víctor Mouat. Y es que las similitudes son muchas. Un hombre que gracias a su trabajo conoce nuevos lugares, paisajes y culturas. Con un pasado escocés -de ahí su apellido- que ha recorrido Tailandia, Turquía, Egipto, Rusia, llegando hasta China y la India. Un trotamundos que no sólo recuerda claramente 45 años de viajes, sino que además, los plasma a través del lente de una cámara fotográfica. Sin duda una vida en imágenes.

El doctor Mouat, destacado traumatólogo de la Clínica Las Condes, comenzó a interesarse por la fotografía hace más de cuatro décadas. “Aprovechaba los congresos médicos en el extranjero. Estando allá salía a recorrer las calles para conocer la cultura local”, expresa. Gracias a ello, hoy con ochenta años, tiene un registro fotográfico que alberga miles de diapositivas. “Hace años usaba ese tipo de máquinas fotográficas, pero en la actualidad prácticamente ya no existen, por lo que me he visto en la obligación de digitalizar algunas, no todas porque es casi imposible”.

La lectura, una de las artes que flexibiliza la imaginación y nos invita viajar a través del conocimiento, impulsó a Víctor Mouat a conocer de manera real aquellos lugares de los cuales leía. “A mi me gusta mucho la lectura y cuando chico me encantaban los libros de viajes y aventuras. Justamente a través de eso, empecé a sentir esa inquietud de conocer todo aquello que leí”.

Así ha cruzado distintos continentes haciendo realidad esos sueños de pequeño y convirtiéndolos en viajes, aventuras y anécdotas para la posteridad. “Lo que más me gusta es ver cómo es la gente de otros lugares y que costumbres tienen. Es impresionante lo similar y diferentes que somos. Una vez salí a caminar por las calles del Cairo en Egipto y me llamó la atención dos hombres, una gordo y uno más bajo, que iban tomados de la mano. Más adelante veo otros dos más, entonces dije ¡acá son todos amanerados! Luego en el hotel me explicaron que eso es un signo de amistad (ríe). Así uno se da cuenta que la costumbre de un país puede ser interpretada diferente según la mentalidad de las personas”.

El doctor Mouat junto a un monje budista

El doctor Mouat junto a un monje budista

Sus grandes anécdotas

Imaginar al doctor Mouat paseando arriba de un elefante o conversando animadamente con un monje budista tal vez sería muy difícil de creer, ello si no fuera gracias a sus numerosas fotografías. Éstas, plasmadas por años, han construido grandes historias que permitirán que sus hijos y nietos puedan conocer las locuras de su abuelo y los increíbles viajes que realizó.

Las anécdotas son muchas, ha conocido cosas hermosas y horrorosas, vivió el temor, pero también la dicha de estar en lugares apoteósicos. Sin embargo, reconoce que el lugar que más lo ha dejado perplejo ha sido la India, básicamente por la gran diferencia cultural que existe frente a Chile y otros países que pudo recorrer. “Encontré que ha sido el país más disímil que he conocido. Los otros han tenido cosas muy similares, pero los hindúes son extremadamente diferentes. Por ejemplo está el tema de las castas, donde se nace y se muere en la misma sin poder surgir. A los más pobres no les puedes hablar y su trabajo consiste sólo en limpiar letrinas. Imagínate pasan por al lado tuyo y sabes de inmediato quienes son. (Ríe)”.

De las cosas que le impresionó de este gigante asiático es la diversidad de situaciones que se pueden ver en el río Ganges. Considerado afluente sagrado por los hindúes, en este lugar no sólo se bañan, sino que además se incineran a los muertos, por lo que es un espectáculo impresionante si no se está acostumbrado a verlo normalmente. “Durante la madrugada tomé un bote para pasear por este río. Pasamos frente a las incineraciones. Una cosa horrible. Llegan los cadáveres, los colocan en una pira y los queman, después los restos son tirados al agua. Sin embargo, lo que más me llamó la atención es que un poco más allá había gente bañándose, otros se afeitaban, y el resto tomaba de esa misma agua. Me dije cómo esta gente no se muere de infecciones. Fue un espectáculo que me impactó muchísimo”, señala.

“Otra de las cosas que me pareció bastante impresionante y un tanto graciosa es la adoración y el respeto que le tienen a las vacas. Allá éstas son sagradas, por lo que no es extraño ver a unas 20 o 30 personas arrodilladas adorándolas. Les oran, les dan comida y las vacas felices de la vida”, cuenta a carcajadas Víctor Mouat.

En Tailandia paseando arriba de un elefante

En Tailandia paseando arriba de un elefante

Entre los lugares favoritos del doctor Mouat se encuentra Italia, Turquía y Escocia, países a los que volvería una y otra vez. “Es que son muy lindos, sobre todo Italia. Y esto lo digo en todo sentido, la gente, los pueblos, entre otras cosas”.

De las naciones europeas, sus ciudades favoritas son París y Londres, pero reconoce que no son tan extraordinarias como las de los países asiáticos. “De Asia, Estambul es una de las que más me gusta. Tanto por sus construcciones como por la Iglesia de Santa Sofía que fue edificada en el 537 por Justiniano I”, explica. Con la caída del imperio y la conquista de Constantinopla, la catedral fue convertida en mezquita, se taparon los mosaicos bizantinos y estuvo en manos otomanas por 481 años. Pero en 1935 fue reformada y convertida en museo, esto gracias a Ataturk, fundador de la república Turca. “Hoy están limpiando las paredes -que fueron pintadas por los musulmanes- para mostrar esos mosaicos maravillosos. Sin duda una gran obra de arte”.

Otra de las cosas que le gustó de su viaje por Turquía fue el pueblo de Uchisar en Capadocia, lugar de antiguas viviendas donde se refugiaron los cristianos en la época de los otomanos. “Son montañas bastante inaccesibles donde la gente hacía casas en las rocas. Ahí se cavó una verdadera ciudad subterránea, bloqueaban las entradas con grandes rocas, hay pasadizos, escaleras y tenían sistema de agua y ventilación. Algo muy extraordinario. Desde lejos parece un gran panal de abejas”.

Valle de Los Monjes Pasabag-Zelve en Capadocia

Valle de Los Monjes Pasabag-Zelve en Capadocia

Escocia la rebelde

La primera vez que Víctor Mouat viajó a Escocia fue luego de asistir a un congreso en Italia. No estaba tan cerca, pero tampoco tan lejos. Así decidió pisar el suelo de sus antepasados.

Víctor Mouat ó Mowat, como se pronuncia realmente, proviene de antepasados tan aventureros como él. Sobretodo conociendo la historia de Juan Mouat y Walters, el pionero de la astronomía en Chile y viajero incasable, que se asentó en nuestro país alrededor del 1800 para instalar en Valparaíso el primer Observatorio Astronómico de la costa del Pacífico. Sin duda, tan inquieto como sus generaciones posteriores. 

La segunda vez que el traumatólogo fue a este país europeo, lo hizo con uno de sus hijos. “Fue un viaje muy especial. Aun cuando Escocia tiene un clima espantoso, mucho frío, mucha lluvia, igual que las películas”. De inmediato me imaginé filmes como Corazón Valiente o Highlander, ciertamente un clima hostil, le digo. Ahí visitó los bares corrientes, donde los hombres rudos beben grandes cantidades cerveza negra, “aunque yo me tomé una sopa de cebolla porque el frío era insoportable”, acota a carcajadas. Cuenta que eso jamás se le olvidó, como tampoco la cantidad de ovejas que existen en los campos escoceses “Es asombroso, por cada habitante hay 6 ó 7 ovejas. La verdad que Escocia es bien simpática y muy diferente”.

Pero es gracias a este espíritu aventurero y a las fotografías plasmadas, que su familia se ha entusiasmado con este hobby. “Nunca me dediqué profesionalmente a esto, pero uno de mis hijos es fotógrafo profesional y al otro le encantan los viajes”, señala.

Fotografía del Dr. Mouat en Bali, Indonesia

Fotografía del Dr. Mouat en Bali, Indonesia

Peligro peligro

Como en todo viaje, siempre hay de dulce y agraz. Y para el doctor Mouat no es la excepción. “He pasado por mucho, pero la vez que más me asusté fue en la India”.

“Llegué a un congreso, solo, sin nadie esperándome. Mi primer error, porque es importante que alguien te espere en el aeropuerto, sobretodo en un país desconocido. A Bombay llegue como a las 1:00 de la mañana y fui a cambiar dólares. La cosa es que me dieron rollos de rupias que no sabía ni donde meterlos. Nadie conocía el hotel donde me iba a hospedar, así que salí del aeropuerto y tomé un taxi. Era un furgón donde se encontraba un sujeto, me subo, y de inmediato se sube otro tipo. Ahí me puse nervioso y muy a la defensiva. Me querían cambiar dólares y les dije que no tenía, luego insistieron. Les volví a repetir que no tenía y que me las darían en el hotel. En eso nos salimos del camino y llegamos a una zona parecida a las poblaciones callampa, de muy mal aspecto y todo oscuro. Ahí el tipo me dice que no puede seguir y me deja en ese lugar. En ese momento yo no daba más, así que lo comencé a retar y le dije que por lo menos me consiguiera otro taxi. Ya aburrido tomé otro, pero el auto era tan roñoso que se echó a perder a mitad de camino. Ahí pensé este sujeto me va a asaltar. El auto se paró en una plazoleta. Para fortuna mía, había otro taxi cerca. Este tenía mejor aspecto y sabía donde quedaba el hotel. Llegué bien. Sin embargo, cuando le comenté a unos médicos hindúes lo que me había pasado solo me dijeron ¡te libraste de una mala!”, cuenta.

Otra de las anécdotas fue en Egipto. “Caminaba por una calle y delante mío iba un niño. De repente este niño para, se baja los pantalones y comienza a defecar. Eso me impresionó y le tomé una foto. En eso, comienza a aparecer gente gritándome. Yo no entendía nada y empezaron a acercarse. Los sujetos sin agredirme me mostraban los puños y yo asustado no sabía que hacer. Ahí llegó un policía que me dijo: cómo se le ocurre venir aquí y tomar fotos si eso no se puede hacer. Me consiguieron un taxi y me subí rápidamente, antes que me pegaran. Esa vez también pasé mucho susto (ríe)”.

Éstas son parte de las increíbles historias del doctor Mouat. Un aventurero que ha podido hacer sus sueños realidad, pero que también ha realizado muchas locuras, desde ponerse una boa al cuello hasta andar arriba de un elefante. Dice que no haría exposiciones, ya que tiene muchas fotos y digitalizarlas sería muy engorroso. Sin embargo, está dispuesto a dejarles un recuerdo a sus nietos. “Los viajes del Tata”, un stop motion de su vida y sus recuerdos.

Parejas de recién casados. Una atracción común en Seúl, Corea del Sur

Parejas de recién casados. Una atracción común en Seúl, Corea del Sur


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