Doctor Alejandro de la Maza Urrutia
Jueves, 2 de Junio de 2011“Es muy gratificante aportar en la mejoría funcional de las personas que presentan enfermedades motoras”
Traumatólogo Neuro-ortopedista de Clínica Las Condes, se ha destacado por su impresionante trabajo en la rehabilitación de pacientes con algún tipo de discapacidad, logrando grandes avances en el ámbito clínico del país.
El doctor Alejandro de la Maza es una pieza fundamental en Clínica Las Condes, y esto deriva especialmente en sus estudios y años de trabajo en perfeccionar técnicas quirúrgicas que ayudan en la rehabilitación de personas que presentan alguna discapacidad.
Facultado de una gran vocación médica, el doctor de la Maza egresó de Medicina en la Universidad de Chile para luego estudiar la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación. Convertido en fisiatra, trabajó desde muy joven en la Sociedad pro Ayuda al Niño Lisiado, actual Fundación Teletón, institución que fue fundada entre otros, por su abuelo, el Dr. Carlos Urrutia, cuando ésta se inició como un pequeño centro de rehabilitación en la calle Huérfanos. Hoy, el Instituto Teletón de Santiago lleva el nombre de su abuelo, en razón a su reconocida labor.
No obstante, las inquietudes profesionales y vocacionales del doctor de la Maza, seguramente inculcadas por una familia con ímpetu solidario, hicieron que siguiera estudiando después de graduarse como fisiatra en vista de los problemas del aparato locomotor que veía en sus pacientes. Así, siguió especializándose, esta vez en traumatología y ortopedia, gracias a una beca en el Hospital José Joaquín Aguirre de la Universidad de Chile. Por ese entonces ya había trabajado en el Instituto de Rehabilitación de Santiago y posteriormente había sido director del Instituto de Rehabilitación Infantil de Puerto Montt. “Estuve tres años en Puerto Montt, con mucho empeño y ganas el Instituto se desarrolló. Contraté los primeros empleados, sentamos las bases para que este centro creciera y hoy es un instituto Teletón importante en el país que atiende a los niños discapacitados de Llanquihue, Chiloé y Palena”, señaló.
Luego se entrenó en biomecánica dinámica -que es el estudio de la física aplicada al cuerpo humano en movimiento- gracias a la posibilidad que le brindó un cargo en la Mutual de Seguridad, trabajo que lo ligó a esta tecnología de sistemas y equipos computacionales que logran captar el movimiento de las personas, lo que posteriormente lo emplearía en la ortopedia de la rehabilitación de pacientes discapacitados. En el año 2002, la Teletón logró obtener un laboratorio de marcha, un instrumento sensible que permite investigar los problemas al caminar de una persona para luego orientar su tratamiento y rehabilitación. “En ese momento dirigí todos mis esfuerzos en el desarrollo del laboratorio de marcha de Teletón, ya que, con este tipo de instrumentos se aprende mucho y gracias a este conocimiento se pueden aplicar distintas terapias revolucionarias a pacientes con problemas neurológicos. Ayudó mucho el hecho de que yo fuese fisiatra y ortopedista”.
El doctor de la Maza, siguió perfeccionándose hasta el año 2003, donde después de una estadía de capacitación en Italia, conoce al Dr. James Gage del Hospital Gillette de Minneapolis, profesional de mucho prestigio el que ha desarrollado las aplicaciones quirúrgicas derivadas de los análisis biomecánicos de la marcha, quien invita al doctor de la Maza junto con un grupo de destacados médicos especialistas en esta materia, como el Dr. Steve Koop, actual director médico del Gillette y el Dr. Tom Novacheck quien es el médico director del laboratorio de marcha de ese hospital de Estados Unidos, a colaborar en un programa ad honorem en Quito Ecuador para realizar operaciones en pacientes de escasos recursos con parálisis cerebral.
Actualmente el ortopedista se ha especializado en pacientes con problemas neurológicos utilizando la técnica llamada “Cirugía Multinivel” que consiste en realizar todas las cirugías necesarias en un solo acto quirúrgico, basándose en la biomecánica y en el laboratorio de marcha. Esta técnica la introdujo en Clínica Las Condes junto a las doctoras especialistas en rehabilitación, Soledad Soza y Susana Lillo.
-¿Cómo calificaría los resultados de esta cirugía?
Los resultados son impresionantes porque con la cirugía, los pacientes cambian biográficamente al mejorar tan significativamente su marcha (en el fondo la cirugía potencia los mecanismos antigravitatorios permitiendo al paciente mejorar su marcha a un nivel bastante cercano al normal) ya que logran, con la nueva forma de caminar, mayor independencia y aceptación social de sus pares, lo que permite mejorar su autoestima al influir en todas sus actividades entre las cuales está, por ejemplo, el rendimiento escolar. Es muy gratificante aportar en la mejoría funcional de las personas que presentan enfermedades motoras, esto me ha entregado grandes satisfacciones.
El doctor de la Maza nos cuenta que dependiendo del caso, el tratamiento de un paciente puede demorar alrededor de un año, considerando el examen del laboratorio de marcha, la planificación, la cirugía y el tratamiento de rehabilitación. Una vez obtenidos los datos del examen completo, junto con el examen físico, se define el esquema de la cirugía según el objetivo que quiere lograr, “cada objetivo depende de cada paciente por ello es muy necesario un estudio profundo del problema, lo que ayudará a planificar la cirugía”.
“Por ejemplo, una persona que tiene un problema motor, rotación interna de sus extremidades y retracción importante de sus músculos, puede llegar a caminar de manera muy similar a la normal con este tratamiento. Lo importante es saber cuáles son los problemas que hay que corregir en forma precisa para hacerlo bien, ya que probablemente solo tengamos una posibilidad de corregirlos en forma adecuada”.
-¿Cómo es la cirugía?
Depende del paciente. Con la ayuda del estudio biomecánico uno tiene que hacer una lista de las deformidades de la persona para determinar cuánto influye cada una en la alteración de la marcha. Después de eso sacamos una conclusión y construimos una indicación quirúrgica la que es discutida en el equipo de rehabilitación. En la medida que uno identifique en forma más precisa el problema, el resultado final va a hacer mejor. Son varias las operaciones, muchas veces más de cinco gestos quirúrgicos por lado, donde por ejemplo se rotan las dos caderas, se extienden las dos rodillas, se hacen también transferencias y alargamientos musculares, todo lo cual puede durar entre 7 u 8 horas de pabellón.
-¿Y el porcentaje de éxito de esta cirugía?
Depende de cómo se evalúe el éxito en forma objetiva. Nosotros hemos evaluado los resultados también a través del laboratorio de marcha, comparando el examen realizado antes de la cirugía con otro estudio al año o a los dos años del postoperatorio donde se puede apreciar la mejoría. Le aplicamos índices validados internacionalmente como, por ejemplo, índices de mejoría funcional o el gait deviation índex (GDI) que te entrega un porcentaje de cuán lejos está la marcha del paciente de la marcha normal, antes y después de la cirugía, logrando grandes avances. En general los resultados que tenemos son impresionantes. El éxito tiende a ser mayor en personas jóvenes, con un compromiso motor leve a moderado, con ganas de mejorarse, vale decir mentalizadas en su mejoría. El cambio en la vida diaria es muy importante, por lo que el paciente y su familia lo agradecen muchísimo.



