Doctora Alison Ford: Niños que vuelven a sonreír
Miércoles, 23 de Septiembre de 2009Destacada Cirujana Plástica de la Clínica Las Condes, nos habla de sus comienzos y de cómo ha sido su paso por la Fundación Gantz, una de las más importantes instituciones dedicadas al tratamiento de los niños con fisuras y otras malformaciones. Una historia que ya lleva 20 años.
La doctora Alison Ford no para de correr, es poco el tiempo que dispone entre cirugías, consultas médicas y el trabajo en la Fundación Gantz. Sin embargo, muy amablemente nos da unos minutos para conversar sobre su vida.
Y es que esta ocupada profesional tiene mucho que contar. Pertenece a un grupo de mujeres precursoras de la cirugía plástica y estética en Chile, años en que los hombres eran quienes predominaban en la especialidad. Hoy, con un vasto currículum a su haber, sigue dedicada a lo suyo y reconoce que cada día aprende algo nuevo.
Médico de la Universidad de Chile decidió seguir el camino de la cirugía reconstructiva en cuarto año de la carrera, “tuvimos la primera pasada por cirugía y me tocó pasar primero por el equipo de cabeza y cuello, donce se hacía la cirugía reconstructiva del cáncer. Ahí descubrí la cirugía plástica y desde entonces la encuentro alucinante”, cuenta.
Realizó una beca de Cirugía Pediátrica que partió en el Hospital San Borja Arriarán pero luego pidió traslado al Hospital de niños Roberto del Río. Es en ese momento donde se encuentra con el doctor Luis Monasterio, una eminencia de la cirugía plástica y uno de los padres del tratamiento de los niños fisurados en Chile, hoy director Médico de la Fundación Gantz. “Me quedó como anillo al dedo, porque me interesaba la cirugía plástica y con él tuve la oportunidad de introducirme en el tema de la cirugía plástica de niños y de los fisurados en particular”, señala Alison Ford.
Gracias al trabajo y el aprendizaje junto al doctor Monasterio, la médico se vinculó fuertemente con la Fundacion Gantz. Al terminar la beca se quedó 6 meses más trabajando con Monasterio, mientras esperaba para iniciar un año de cirugía de adultos. Ello, para luego postular a la beca de cirugía plástica, la subespecialidad a la que quería dedicarse.
Luego de un año de cirugía de adultos, en 1992, y postuló a la beca de Cirugía Plástica y Reconstructiva en la Universidad de Chile iniciando su formación como cirujano plástico junto al doctor Roberto Hoffman en el Hospital San Borja Arriarán. En el año 1998, viajó a Inglaterra a hacer un Fellowship de Cirugía craneofacial y estética, con el propósito de profundizar estas áreas.
Actualmente la doctora Ford, trabaja en la Clínica Las Condes, pero su vínculo con la Fundación Gantz aún sigue vigente igual que hace 20 años atrás. Asiste una vez a la semana, opera y atiende policlínico.
Niños con fisuras
La Fundación Gantz es una institución sin fines de lucro, fundada por el doctor Monasterio en honor al doctor Alfredo Gantz Mann, precursor del tratamiento de fisuras labio palatinas.
Hoy, el organismo tiene su propio hospital, recibiendo a una gran cantidad de pequeños y adultos, tanto en el policlínico como en sus salas de operaciones.
Durante todos los años que ha permanecido en la Fundación Gantz, la doctora Ford ha utilizado su experiencia en beneficio de los niños. “El tener todas las herramientas es una tremenda posibilidad para los pacientes y para uno como profesional. Este cruce entre la cirugía reconstructiva y la estética me ha ayudado a solucionar muchos problemas que presentan los pacientes tomando elementos de un lado y de otro”.
Alison Ford señala que tiene muchos motivos por los cuales ha permanecido tanto tiempo en esta organización solidaria, primero por su vínculo histórico con el doctor Monasterio y segundo por su relación con los niños fisurados.
“Se crean lazos de amistad, no sólo con el doctor Monasterio que fue un maestro para mi, sino que además con la Fundación Gantz y el resto del equipo que ahí trabaja. Asimismo, hacer esta cirugía es súper bonito, ya que con el tiempo puedo ver crecer a los mismos niños que operé años antes. Es un tratamiento de largo plazo que lo disfruto intensamente, lo paso bien y he aprendido mucho de los chicos y de la fundación, además trabajo con mucha gente comprometida a pesar de las limitaciones económicas”.
Lidiar con niños fisurados para Ford no ha sido ni un impacto ni un problema, al contrario, lo encuentra fascinante. “La primera vez que vi un fisurado no fue cuando comencé mi formación, sino que mucho antes, en cuarto de medicina, cuando vi operando un paladar. No entendía cómo era posible que alguien pudiera operar dentro de la boca, una zona donde apenas se logra ver. Esto que encontraba prácticamente imposible fue lo que más me sorprendió. Inicialmente claro que impresiona, y sin duda es muy dramático para los padres, pero rápidamente uno pierde esa sensación de impacto porque sabemos hasta donde podemos llegar, y en la actualidad los niños fisurados tienen un muy buen tratamiento, con resultados fantásticos”, expresa.
Para Alison Ford, su profesión es una de sus pasiones y a eso atribuye su trabajo en la fundación y en la clínica. “Me encanta operar a los niños y ver que el resultado es bueno, además es agradable compartir con la gente y que ésta se entusiasme con nuestro trabajo. Me fascina ver la calidad y calidez de la atención que reciben los pacientes, que es igual al que podrían recibir en cualquier centro nacional o mundial privado del mejor nivel y sobretodo, la dedicación con la que se trabaja”.
La cirujana plástica señala además que está muy agradecida del cariño de los pacientes u sus familias. “Realmente es gratificante que los niños nos reconozcan con alegría, recibir tarjetas de agradecimiento o que de repente lleguen padres con frutas u otros presentes. Es estimulante ver que todos tratamos de llevar las cosas a un mejor nivel, aunque sea frustrante ó difícil muchas veces”, señala.
Otra de las características de la institución es el tratamiento multidisciplinario. Esto implica que, además de las cirugías, también se abarca áreas como la ortodoncia, la ortopedia, la genética, la fonoaudiología, la sicología, entre muchas otras. Procesos que a veces se dificultan debido a la falta de fondos, “nosotros quisiéramos operar a toda la gente que llega, pero no tenemos esa capacidad económica”, se sincera Alison Ford”.
Para conocer la Fundación Gantz, sus actividades y hacerse socio, puede visitar www.gantz.cl